TOKYO EXPERIENCE. El broche final a las Majors.
Empecé a correr superados los 40. La maratón no ha sido nunca mi distancia y a pesar de todo llevo 17, pero con ésta pongo final al 42195 en mi vida runner....creo que esta vez sí ( o eso ya lo dije alguna vez...).
Tokyo, 5 de marzo de 2023 entorno a las 13:20 hora local (8 horas menos en España) cruzaba la línea de meta de la última prueba que me faltaba para completar los Six Majors Marathon.
Es un momento de emociones encontradas. Al cansancio y fatiga muscular acumulada se contrapone una euforia y emoción (con alguna lagrimilla que se escapa) en la última recta de 100 metros que curiosamente estaba sin público por temas de seguridad ,supongo. Con el vello de punta , a grito pelado ("lo conseguimos") y brazos al cielo superamos la que creo será mi última línea de meta en el 42195.
Estado de confusión durante unos minutos mientras deambulo buscando el canal de salida hacia las medalla. Mi cabeza se debate entre la ilusión por el deber cumplido y esa sensación de vacío que queda con el , y ahora que?.
El Garmin seguía sumando minutos ....lo de menos en ese instante ha sido el tiempo (aquí se venía a acabar aún a
gatas si era preciso). Me giro y constanto descontando los minutos perdidos en salida que tampoco me desvié mucho de mi plan de las 4
horas que es ahora para lo que estoy a estas alturas de mi vida habiendo además
entrenado tan mal y la infección por covid incluida a falta de tres semanas de este gran día.
Ha costado como era de prever, el recorrido que no me gustó en exceso es algo a mejorar con demasiados tramos de ida- vuelta larguísimos que se hacen bola en la cabeza cruzándote con tanto runner en situación muy diferente por los kilómetros de diferencia que suponen. Pero la realidad es que hasta los calambres se olvidan y sacas fuerzas de donde no hay para entrar corriendo aún a trote.
En la salida superamos los nervios de modo divertido. He tenido la suerte de compartir experiencia y viaje con un@s human@s magníficos y todo fue más fácil. Algunos acabábamos la Sexta aquí y otros están a tiro en la próxima de Boston. Esta foto es apenas 5 minutos antes de la salida.
Además, desde la incorporación a cajones de salida creo que se nos escaparon pocos frikis que por allí pasaran . Selfie o fotografía tomada por voluntario que a los japoneses les va esa marcha y ademas combatíamos los nervios con la sonrisa en la boca.
Volviendo breve a la carrera, en sí la maratón no fue mal . Corriendo bien hasta el Km 28 a ritmo de bajar
bien incluso de las 4 horas. Girando una avenida , de repente, empezaron
dolores inusuales en cadera que hacen bajar ritmo , superando alguna crisis en
el Km32 caminando en los avituallamientos que aquí son cada 2,5 kms. Es momento de dejar mensaje por wassap a la familia por si alguno se le había ocurrido pese a la diferencia horaria seguir la carrera .
Durante ese tramo cerca del final saco mi banderola de mis queridos Drinking Runners que me ha acompañado en todas las Majors como la camiseta que me hice en 2013 y que he utilizado en todas sin excepción . Aparecieron en un momento de mi vida para quedarse para siempre y en todas mi pequeño homenaje- recuerdo no podía faltar. Su proyecto #kmsxalimentos lleva aportado Toneladas de kilos de comida al Banco de Alimentos.
En la curva recién superado el km 41 es momento de lucir la camiseta de Runners Espanyol con los que corro estos últimos años (me empezaban a faltar manos....)
La llevé en mi riñonera toda la prueba cuidadosamente doblada porque la blanquiazul es parte de mi corazón, ha sido testigo y parte de los kms de preparación de esta maratón y por ello la mostré con mucho orgullo y reclamo a los fotógrafos apostados en esa curva que recuerdo a la perfección cerca de meta.
Y es que corriendo con esos colores conjugo dos de mis grandes pasiones, el run y mi querido RCD Espanyol . Además tenemos la suerte de disfrutar de un gran grupo humano los que formamos parte de esa familia con corazón blanquiazul.
Tampoco me puedo dejar referirme a otra causa solidaria #kmsxela . Sus manguitos me protegieron del frío día nipón. Es una iniciativa que cada vez suma un grupo más numeroso de corredores aficionados que donan sus kilómetros buscando el "canje" por patrocinio económico de empresas y particulares para aportar fondos vía Fundación Miquel Valls para la investigación de esa terrible enfermedad que es la ELA.
Tras la entrada toca disfrutar en meta recogiendo la medalla que los amables y serviciales voluntarios japoneses disponen en mesas y como no, el super medallón de las Six Majors por parte de Abbot que es un momento muy emotivo con photocall incluido y muchos abrazos a gente totalmente desconocida- este año con mucho nacional - con los que compartes esa emoción y algunas lágrimas también.
Por fin se completa lo que se inició en 2013 en Berlín, con la primera experiencia,
siguió el 2014 en Nueva York, el 2016 en Chicago, el 2017 en Boston y el 2018
en Londres.
La maldita pandemia impidió poder completarlo antes pero las exigencias de
la Organización japonesa durante ese período lo hicieron inviable.
A pesar de estar hablando de un reto de completar las SEIS MARATONES, insisto en confesar que la distancia del 42195 metros no es para nada mi distancia. Aunque llevo
acumuladas 17 Maratones reconozco abiertamente que no disfruto del todo con
tantos kilómetros y creo que mi cuerpo, por sus reacciones y “quejas” especialmente
musculares, parece que está de acuerdo con mis sensaciones de cabeza.
Eso sí, como todo en la vida, hay que sacarle la lectura positiva y de cada
Major me quedo con un recuerdo e imagen:
De Berlín, sus amplias avenidas para disfrutar corriendo y su animación algo fría pero con una llegada cruzando previamente la Puerta de
Brademburgo que no olvidas jamás.
De Nueva York, supermadrugón, la concentración previa, esa salida
mítica a ritmo de Sinatra y un recorrido complicado y durete pero lleno de animación sin igual atravesando los
5 barrios y con esa llegada en Central
Park tremenda tras girar por Columbus Circle hacia meta.
De Chicago, un circuito muy plano con su llegada al Millenium Park
en pleno centro de la ciudad con mucha animación final tras venir de un tramo
del 32 al 37 algo aburridos y vivida intensamente con mi hija pequeña
Sandra que me acompañó hasta que le fue
posible en el final de recorrido.
De Boston, desde la organización amable y entregada , el traslado
previo en Bus lineal de 42km a la explanada de concentración, esa salida
cuesta abajo, el paso por la zona estudiantil llena de algarabía, complicándose
con las cuatro subidas que encontraremos
del km 25 hasta el kilómetro 32,5 con la célebre “Heartbreak Hill” o
rompecorazones en los peores kms del muro pero compensada con esa llegada irrepetible llena de gente.
De Londres, un recorrido que me encantó por los principales lugares
de la Ciudad, con su majestuosa llegada
frente a Buckingham Palace tras atravesar entre otros Greenwich, Westminster,
el EDF Energy London Eye y el paso por la
Torre de Londres y su curva en el Cutty Sark que pone la piel de gallina.
De Tokyo, sin duda el discurrir por lugares que aúnan modernidad y
altos edificios mezclados de repente con Templos , con gran animación en casi
todo el recorrido y una salida y metas mejorable en lo emotivo aunque
impecables en Organización.
La mezcla de la componente deportiva (con la preparación previa y ejecución en carrera) con la componente viajera turística
constituyen un extra para afrontar estas pruebas. Aunque alguna ciudad la
conocía previamente de todas me llevé grandes experiencias y sobre todo conocí a personas con las que mantengo
contacto e incluso algunos han pasado a formar parte de mi círculo de amistades
con encuentros digitales y presenciales regulares
aún en la distancia.
En Tokyo, en ese lejano país, la paliza tremenda del viaje se compensa sobradamente con la cantidad de experiencias nuevas que vives desde la gastronomía, sus costumbres, su pasión por los salones de juegos, los karaokes, ese puntillo de frikismo ..., algunas lejos de nuestros usos habituales... pero todo combinado en una sociedad respetuosa y amante de cierto orden en muchos aspectos de su vida.
Y del Muro, no hablamos ?
No hubo MAJOR sin la visita del famoso MURO . Cierto que lo logré atravesar eso si, no exento de tirar de recursos especialmente mentales para no abandonar y acudiendo al socorrido caco en alguna de ellas. Esto es una pelea más que por el tiempo, por sumar y llegar a meta disfrutando si se puede de los recorridos y el hecho de correr fuera de casa.
Aquí ya lo he relatado antes , crisis sobre el 30, acentuada del 35 al 38 pero llevada a base de estirar , trotar e incluso charlar con algún compañero en parecidas circunstancias.
Tirando de recuerdos Muro-Majors, mis dos peores momentos fueron en Boston y Londres y por el mismo motivo: salir a ritmos más altos se termina pagando a menos que seas un fuera de serie. Y soy más bien de serie estandard tirando a low cost runner.
En Londres tras unos primeros 30 kms plácidos el calor reinante inusual entiendo que me provocó el colapso a partir del 33 teniendo que andar literalmente hasta el 38 por una pájara descomunal con pequeño desvanecimiento incluido en meta al llegar.
En Boston la Heartbreak Hill y resto de subidas dictaron sentencia y pagué los ritmos atrevidos de los primeros 23 kilómetros llevado por la euforia durante el recorrido. Ahí la ayuda de la coca cola que me ofrecieron unos vecinos que estaban apostados en su jardín viendo transitar la carrera me salvó literalmente para reaccionar y poder llegar corriendo los últimos tramos hacia el centro de la ciudad y su bonita llegada en Boylston Street.
Pero todo eso se supera y queda el buen sabor de boca final ahora que el reto Six Majors ha tocado a su fin.
Experiencias Majors. #NoTodoEsCorrer
El mundo del running me ha deparado extraordinarias experiencias y en las
Majors por el factor de convivencia lejos de casa aún se fortalecen más valores como la amistad y
compañerismo con la gente con la que compartes reto y ciertamente algunos entran a formar
parte de tu vida y eso también suma y mucho.
En este caso, Tokyo ha sido TOP gracias a Miki, Marimi, Diego, Marta, Luis, José Manuel . Un placer compartir momentos y experiencias .
#NOTODOESCORRER hasta el final . Además de correr....hemos vivido momentos muy disfrutones y divertidos y para qué negarlo, ...., algún Bar también hemos cerrado .
Por cierto, suerte a Marimi, Diego y Jose Manuel en Boston- ya tenéis la Six Major a tocar.
Por último, por si es de interés y/o ayuda aunque todo el mundo lo conoce , a nivel logístico para acceder a dorsales -salvo Chicago y Boston que pude entrar por marca en mi grupo de edad y Berlín
por sorteo- , recurrí a los servicios de Tour Operadores con dorsal
garantizado y viaje.
En mi caso sólo tengo buenas experiencias de los tres con los que he
viajado ( Nueva York con Sportravel, Londres con Endeavor Maratones y ahora
Tokyo con Marathinez ).
Por comodidad dejar en sus manos la organización completa en este tipo de
eventos , con traslados de aeropuerto , a Feria
y a salida incluidos , entrenos grupales, etc.. facilitan un poco que te
concentres en correr y les dejas tema logístico de vuelos, hoteles, que a mi personalmente me estresan un poco .
Ahora toca enfocar nuevos objetivos
centrado en mi distancia que son las Medias Maratones . De momento llevo
73 y vamos a intentar ir a por las 100 si la salud y las circunstancias lo
permiten que ya tenemos una edad.
Y como siempre mi último párrafo no puede ser otro que compartir mi GRAN FAMILIA con vosotros . Les que debo su complicidad, apoyo y comprensión . Nunca estaré a su altura para agradecerles lo suficiente apoyarme en estas aventuras de vida . GRACIAS , porque especialmente sin vosotros sería imposible. Os quiero mucho.
Si habéis llegado hasta aquí, espero que haya sido de interés y me despido pidiendo disculpas por la longitud del Relato . Vamos Haciendo y seguiremos sumando .























Muchas felicidades, Julián, es un gran logro personal , disfrútalo que te lo mereces.Das mucha envidia sana...menos de los calambres, jejeje
ResponderEliminarSaludos , Víctor